sábado, 4 de diciembre de 2010

Diez minutos de ti

Se dejó acariciar por el contrario mientras mantenía la vista fija en la orilla de la tina, estiró los brazos hacia un lado mientras levantaba su cuerpo levemente para que le retiraran las ropas extremadamente mojadas, nuevamente el celular sonaba…mierda, se había olvidado de apagar el puto y escandaloso celular que había arruinado su momento con Ryuichi quién se colocaba sobre su entrepierna flácida por los acontecimientos, aunque claro, debía reconocer que reaccionaba rápidamente cuando del ajeno se trataba.

“A veces me dan ganas de cojerte…”

-Puedes hacerlo cuando desees- Respondió mientras bajaba su mano por el torso de Ryuichi quién se levantó para lavar su cuerpo. Como un niño Mookyul se levantó retirando lo que quedaba de sus ropas puestas para agachar la cabeza al sentir el tirón que el ajeno le dio a su hombro, fijó la vista en el agua que comenzaba a marcharse quedando con los pies llenos de la espuma que antes les rodeaba el cuerpo tapando uno que otro pedazo de dermis, el más importante realmente.

-Cómo desearía que te quedaras aquí, a mi lado…- susurró después de que el ajeno terminó de hablar mientras se tocaba el obligo por la acción contraria, se sumergió en sus pensamientos mientras el otro continuaba hablando sobre re-encontrarse cuando sus trabajos se lo permitieran pero ¿No sería lo mismo que ser amigos sexuales? Levantó el rostro siguiendo con sus ojos la espalda de Ryuichi quién abandonó la habitación para introducirse a la otra mientras el coreano volvía a fijar la vista hacia el espejo frente a él deslizando sus manos por el cabello mojado que comenzaba a botar las gotas cristalinas, dejó caer una de sus manos por su rostro quitando la molesta agua que le impedía ver con claridad y se retiró de la ducha buscando una toalla con sus ojos. Maldición…habían utilizado las dos toallas que se encontraban en el lugar, Mookyul chasqueó la lengua cabreado mientras lanzaba maldiciones en coreano pensando a la vez que debía decirle a la administración que un penthouse como ese parecía más un motel de mala calaña. Salió del baño con el cuerpo mojado mientras procuraba no resbalarse caminando cuidadosamente, Mookyul era un mafioso bastardo, sí, pero también era un humano que podría morir por un golpe en su cabeza, rió por su trágico pensamiento recogiendo la toalla que había tirado tiempo atrás, aún permanecía húmeda pero era mejor que tirarse a la cama con el cuerpo mojado.

-Hemos llegado a la conclusión de que no seremos más que compañeros sexuales – Cierto, Mookyul no podría aguantar mucho tiempo sin meter su verga en alguna cavidad apretada y ciertamente no era del tipo de ser humano que se veía saciado por la palma de su mano, aún así observó la palma de su mano mientras se secaba los cabellos con el olor a aromatizantes impregnados en él para después suspirar recordando que se había masturbado hace unas horas atrás por la voz del japonés que ahora yacía sentado en la cama.

Tomó el teléfono con una de sus manos tirando nuevamente la toalla al suelo mientras su cuerpo desnudo brillaba por la mala forma que tenía el coreano para secarse la dermis, y observó las llamadas perdidas para suspirar devolviendo la llamada.

-Pensaba que no contestarías nunca- Comentó la voz adormilada que bostezaba abiertamente sin importarle si haría un ruido desagradable.

-Espero que sea algo importante- Comentó en coreano Mookyul que doblaba su espalda para hacer sonar los huesos de su columna.

-Pues claro está- Seguchi sonrió como el zorro que era respondiendo en el mismo idioma mientras movía sus pies de un lado a otro.

-Habla- Ordenó el coreano quien bostezaba de la misma manera sintiendo la pesadez de los dos días sin dormir.

-Me dejaron hace 10 minutos en el hotel, Claude y Tatsuha se dirigen hacia donde se encuentran ustedes dos, ¿aprovechaste el tiempo que te di?-Comentó picaron para darle la vuelta a su cuerpo quedando de espaldas sobre la cama, Mookyul al escuchar lo que decía el ajeno cerró los ojos suspirando cansado.

-Te dije que mantuvieras al norteamericano entretenido- Movió su cabello para levantarse mirando la hora en su reloj, ya eran las 6 de la mañana y no había llegado a ninguna conclusión prudente que lo dejara satisfecho.

-Pues no podía hacerlo toda la noche, tengo sueño- Dejó caer sus pies después de subirlos para después sonreír malicioso jugando una de las puntas de la funda de su almohada –Pero puedes extender el contrato con un favor más-Mookyul levantó el rostro para pensar que había hecho el peor trato de su vida.

-Ya no puedes detenerlos- Colgó el teléfono rápidamente para mirar a Ryuichi, el hotel de Seguchi quedaba a unos 20 minutos del hotel en el lado oeste de Seul por lo que debía aprovechar a concho lo poco y nada que quedaba, sonrió maliciosamente recordando las palabras del mocoso que acompañaba al norteamericano.

“Sakuma-san y yo ahora somos pareja”

Dios, si hasta pudo ver el puto corazón al terminar la frase, se paró altivo mostrando orgullosamente el cuerpo desnudo y como si se tratase de un animal se abalanzó sobre el cuerpo de Ryuichi para comenzar a besarlo.

-Déjame continuar- Nuevamente comenzó el juego de seducción, sus dedos recorrieron el torso pasando por el vientre y el pubis deteniéndose en el miembro el cual comenzó a acariciar para poder darle un estímulo, sus labios jugaron con el arete de una de las orejas de Ryuichi mientras movía su mano de arriba hacia abajo dándole una apariencia levemente dura al flácido miembro –Siempre ha sido muy sensible, Sakuma-Atsuchi- Sonrió altivo mientras mordía la oreja ligeramente, realmente deseaba coger al que tenía entre sus brazos, El coxis ajeno chocó contra su miembro que comenzó a reaccionar al momento de tocar la dermis ajena dejando de lado el cansancio del cuerpo del coreano que deseaba aprovechar los 10 minutos que le quedaban con el ajeno. Después de un momento el miembro contrario ya se veía completamente tieso ya que Mookyul sabía a la perfección de que la oreja era una de las partes más sensibles del conejo, ya en eso habían pasado unos tres minutos.

Se separó del cuerpo para regar la anatomía contraria sobre la desordenada cama y lo observó nuevamente tomando su celular para fotografiarlo, sonrió feliz al momento de guardar la imagen y se arrodilló en el suelo tirando hacia él de los muslos al japonés, ahora las nalgas sobresalían levemente de la orilla de la cama, bajó el rostro levantando con su boca el miembro que flotaba erguido en el aire para comenzar a chuparlo como si se tratara del mejor de los manjares, sus dedos cubiertos por la saliva del coreano jugaron con los testículos por un momento mientras sus labios recogían la piel caliente del pene.

-Realmente no hay mejor sabor que éste- Comentó limpiado la comisura de sus labios con sus nudillos después de separar la boca y miró nuevamente el reloj que yacía colgado en la pared para darse cuenta que ya iban 6 minutos, chasqueó la lengua enfadado por el poco tiempo que quedaba y colocó los muslos ajenos sobre sus hombros para comenzar a lamer la entrada, su mano daba atención especial al miembro que expulsaba más y más líquido pre-seminal y su lengua ocupada viajaba por el orificio que se contraía por las cosquillas que el aro otorgaba.
-Lo siento pero realmente deseo follarte- Llevó su mano hacia su boca para cubrir sus dedos con su saliva la cual viajó hasta la palma y bajó la palma hacia su miembro duro para hacer de lubricante, colocó su rodilla sobre la orilla de la cama mientras acomodaba la punta de su pene frente la entrada introduciéndolo lentamente, estaba resbaloso y caliente dentro de aquella cavidad, realmente nadie podría producir aquella sensación en el cuerpo de Mookyul quién colocaba sus manos sobre las caderas ajenas para poder penetrarlo con más fuerza, y así comenzó el vaivén suave ensanchando la entrada para poder penetrarlo con aún más fuerza, a pesar de sus deseos de querer poseer al que tenía enfrente no quería repetir la escena de la violación nuevamente.

-Ryuichi…-Susurró echando su cuerpo hacia adelante para comenzar a besar apasionadamente al japonés robándole la respiración, ya en eso habían pasado 9 minutos.

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