sábado, 4 de diciembre de 2010

Elemento extraño

Los movimientos frenéticos continuaban y de su boca la sangre brotaba por los mordiscos otorgados entre ambos, su miembro dolía como la puta madre al sentir tan apretado el agujero que se cerraba ante el “elemento” extraño que forzaba para abrirlo.

-Ahh…- De la boca del coreano un gemido brotó mientras su rostro se separaba para poder respirar dejando de lado el ahogo, mas le fue imposible, la respiración se volvía cada vez más agitada y sus pulmones comenzaban a mostrar el exceso de humo negro en estos, quizás debía dejar de fumar por un tiempo. Apoyó la frente contra la frente contraria mientras una que otra gota de sangre caía hacia los erectos pezones del ajeno quién apretaba sus nalgas con sus talones haciendo más profundas las embestidas.

-Maldición…- Susurró apretando sus manos contra la sábana para dejar uno que otro hoyo en esta por la fuerza ejercida, su miembro indiferente del dolor que sentía comenzaba a colocarse más y más duro imitando la textura de un palo, ahora el orificio estaba resbaloso por la sangre de la entrada y el líquido pre-seminal del coreano que volvía sus labios hacia los ajenos mordiéndolos fuertemente al sentir las uñas desgarrar su piel con alevosía.

-Relájate- Aconsejó mientras continuaba el movimiento lamiendo los labios ajenos para retirar la sangre que brotaba por la mordida anterior, de pronto el sonido de la puerta interrumpió la melodía sensual que creaba el mete y saca y entrecerró los ojos para ignorarlo completamente, mas cuando estaba mentalmente preparado para destrozar al hombre de mediana edad la voz del mocoso interrumpió haciendo que desviara la mirada hacia la puerta abierta, los dos hombres yacían parados, espectadores ciertamente desagradables, pero a Mookyul no le importó demasiado y continuó moviendo su cuerpo hacia adelante ya hacia atrás para llegar al punto ajeno correcto, de pronto su cuerpo fue empujado hacia atrás retirando el miembro duro que tembló por el repentino frío que se coló en su dermis haciendo que temblara levemente como gesto de protesta.

-Tsk…- Se limpió el labio sangrante con los nudillos para volver a sentarse en la cama sacando infantilmente el dedo de al medio hacia Claude quién sonreía divertido por interrumpir el momento, y así como él Mookyul también sonrió, desvió la mirada hacia el joven que era golpeado y entrecerró los ojos que brillaron fríos por el deseo propio de querer destruirlo lenta y dolorosamente, el sólo hecho de imaginar que el mocoso pudo haber tocado el cuerpo de quién tanto amaba le revolvía el estómago y le carcomía el alma, y aunque entre Ryuichi y Tatsuha no haya pasado nada el odio por el mocoso continuaría, al fin y al cabo Mookyul no sabía la realidad de la situación, y entre pensamiento y pensamiento otro golpe machucaba la cara del más joven provocando la gracia de Mookyul que reía divertido por la absurda habitación, antes de que los dos abandonaran el lugar el coreano miró nuevamente al mocoso para mover los labios creando la palabra “Adiós” que por supuesto no fue escuchado, Tatsuha iba a agregar algo pero la puerta fue cerrada en su rostro dejando a los dos hombres en el olvido, ambos se miraron el uno hacia el otro consternados por lo que había sucedido y Claude rompió el hielo dándole palmaditas de ánimo al mocoso que enrabiado juraba que aquello no se quedaría así.

Será mejor que te corras en mi culo si es que no quieres que te eche también”

Mookyul levantó las manos mientras sonreía calmado sin deseos de refutar ante la orden, bajó las manos siguiendo con la mirada al contrario que se abría de piernas excitándolo con la vista otorgada.

“Ahora… métemela”

Mookyul gateó levemente por la cama colocándose encima del cuerpo ajeno mientras se masturbaba para volver sacarle el estado levemente flácido al miembro que se volvía a levantar, resopló por su nariz algo alterado mirando al hombre que agarraba sus muslos invitándolo a desgarrarle el trasero más de lo que lo había hecho.

-Quién soy yo para negarme…- Apoyó una de sus palmas al lado del rostro de Ryuichi mientras la otra acomodaba nuevamente el miembro el cual se pegaba por los fluidos varios, cerró uno de sus ojos en señal de dolor más continuó con la acción introduciéndolo por completo.

-Ahh…- Nuevamente de su boca un gemido de placer se dejó escuchar mientras la cálida sensación hacía explotar algo en su vientre, la energía se acumulaba y la mente divagaba en locura totalmente embobado por lo que estaba sintiendo en ese momento. –Ah…ahh…- El coreano bajó su rostro para agarrar el colgante de su cuello con sus dientes apretándolo fuertemente mientras la respiración volvía a colocarse desesperada, y entre movimiento y movimiento un punto fue alcanzado haciendo sonreír al coreano que soltaba el colgante de su martirio para dejarlo caer nuevamente contra su pecho.

-Tu interior es tan exquisito…- Comentó mientras erguía su torso colocando ambas manos en las caderas contrarias para poder rozar el punto erógeno con frenesí, el miembro ajeno nuevamente tomaba forma dura, el conejo realmente gustaba del dolor aunque no lo reconociera, y comenzó a chocar contra su vientre haciendo un sonido que provocaba que una sonrisa se instalara en el rostro del coreano, cerró los ojos por la excitación que se acumulaba en su vientre al rozar su glande con cada introducida desenfrenada y allí se mantuvo procurando que su miembro diera especial atención al punto erógeno contrario.

-Ryui…chi…- Susurró desesperado por cada embestida que se hacía cada vez más brutal y no aguantó más, bruscamente tomó la pierna derecha contraria para posarla sobre su hombro empujando su cuerpo hacia adelante para introducir hasta el fondo el miembro del coreano y llegó su boca hacia el hombro ajeno el cual mordió firme pero a la vez suave para no sacarle un pedazo al conejo lujurioso, sentía en cada embestida que sus testículos se introducían levemente y volvía a respirar hondo desviando su mano hacia el miembro ajeno el cual masturbó al movimiento rápido de su cuerpo y allí la sensación de energía acumulada se juntó haciendo que la boca del coreano se abriera soltando del agarre la dermis ajena.

-Ah…- Apoyó su cabeza contra la almohada para moverse con más fuerza y rapidez eyaculando en la cavidad que se contraria después de otorgar tanto dolor y placer, ahora el vientre ajeno nuevamente se llenaba del semen y lentamente el miembro del coreano dejaba su contextura dura.

-¡¿No puedes hacer algo?!- Preguntaba Tatsuha furioso mientras escuchaba los gemidos provenientes de la habitación.

-¿Por qué debería hacer algo?- contestó a la pregunta mientras se balanceaba en la silla limpiando su magnum, Tatsuha cabreado se sentó en el suelo colocando ambas manos en sus pantorrillas, después de un momento se colocó las manos en los oídos para evitar seguir escuchando los gemidos, mas el chico era un masoquista empedernido por lo que aflojó las manos levemente para escuchar.

Mookyul cansado comenzó a respirar más relajado mientras lentamente retiraba el miembro cubierto por distintos fluidos que se acumulador en la punta del pene levemente duro, levantó el torso para observar su verga suspirando al darse cuenta de que podría estar toda la noche dentro del cuerpo ajeno pero en este instante aquello no era correcto, miró al japonés para darle un ligero beso que se prolongó con un suave movimiento.

Realmente era extraño aquel momento “tierno” entre ambos quienes estaban acostumbrados a comportarse de la forma más troglodita posible.

-Quédate conmigo durante el día…- Separó sus labios para formular la propuesta dejándose caer hacia un lado para respirar finalmente con tranquilidad y ahí se mantuvo unos momentos mirando el techo para levantarse tomando el cuerpo de Ryuichi entre sus brazos, s dirigió hacia la tina del baño y depositó ahí el cuerpo del japonés dando el agua para que éste pudiera lavarse, al fin y al cabo no era sólo su trasero que estaba bañado en semen.

-Vengo en un momento, cuando vuelva espero tener respuesta a mi petición…- Le desordenó los cabellos a Ryuichi dándole la espalda –Aunque no te permitiré un no por respuesta –

Al cerrar la puerta buscó entre el desorden de ropas el pantalón con el que había llegado, lo mancharía pero poco importaba, perfectamente podía ir y comprar cualquier prenda durante el día, y después de tapar su parte inferior salió por la puerta con un cigarro en la mano mirando fijamente a Claude quién lo miraba despreocupado mientras continuaba limpiado el arma.

-Una toalla- Comentó mientras se llevaba el cigarrillo a la boca.

-Hey…¡¿A quién le das ordenes?!- Tatsuha se levantó alterado para colocarse frente al coreano que medía más que él, Mookyul como respuesta exhaló el humo en el rostro del ajeno para cerrar la puerta de la habitación en su cara.

-¡¿Dejarás que te ordene?!- Comentó alterado el mocoso quién señalaba la puerta cerrada.

-A él no le importaría usar una toalla ya usada- Claude se levantó de la silla para buscar la toalla en el ropero que se encontraba afuera. – Juzgando por lo que vimos creo que la necesita para Ryuichi, es un tanto consentido-

Adentro de la habitación Mookyul se tiró sobre la cama con sus nalgas al descubierto ya que no había abrochado su pantalón para cerrar los ojos levemente escuchando los latidos de su corazón.

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