viernes, 3 de diciembre de 2010

My love

Lentamente sus párpados cayeron para descansar sobre las orbes, sus pestañas de color negro acariciaron levemente sus pómulos cayendo en el trance profundo que le generaba el olor del que yacía durmiendo a su lado pero ¿Qué se suponía que estaba haciendo?, dejó caer su antebrazo sobre su frente mientras volvía a abrir los ojos para mirar el techo en la oscuridad, a su lado el hombre de mediana edad comenzaba a moverse al sentir el calor corporal de un Mookyul que deseaba que el ajeno no despertara, era mejor así, ya que no tenía en su mente algún plan para manejar la situación correctamente, ¿Podría Mookyul mantenerse frío al momento de que el contrario preguntara el porqué de su repentina llegada?, cerró los ojos tocando su estómago que revoloteaba de un modo nauseabundo, el silencio nuevamente se apoderó de la habitación, el ajeno había dejado de moverse, al parecer la pesadilla que estaba teniendo se detuvo dándole descanso a su cansado cuerpo, desvió el rostro para observar el cuerpo bañado en oscuridad mientras estiraba la mano para acariciarle la espalda, no era propio del mafioso ser tan calmado, mas cuando no era visto por el contrario podía demostrar abiertamente su amor sin sentir vergüenza ni mucho menos sentir que estaba traicionando su orgullo.

-Shh…- susurró tratando de tranquilizar al escurridizo mientras las ropas se desordenaban por el movimiento que éste hacía entre las sábanas, el torso quedó levemente descubierto haciendo que el coreano maldijera a la oscuridad por no dejarle ver claramente la dermis deseada, mas recordó que de su boca salió la aceptación sobre una relación que mantenía con un bastardo menor por lo que retiró su mano para dejarla caer sobre la cama suspirando ligeramente.


¿Cómo había tocado su cuerpo?, ¿había lamido y bebido el mocoso de la entrepierna del que nunca dejó que nadie lo hiciera un “dominado”? sonrió al darse cuenta por primera vez de su propio orgullo que le hacía pensar que aquel cantante no era un experimentado en la materia…pero como olvidarlo, la primera vez que lo hicieron aquel hombre realmente gozó de ser penetrado brutalmente por el jefe de la mafia, entonces…¿Quién fue su primer hombre?, Mookyul dio vuelta su cuerpo dándole la espalda al cantante que comenzaba a despertar mientras éste no lo estaba viendo, no quería pensar en quién toco, lamio, besó al japonés que ahora caía al suelo obligando al coreano a levantarse, se acercó hacia el hombre de mediana edad apoyando sus manos en la orilla de la cama King, mas sólo recibió un golpe en el mentón que lo obligó a desviar su atención, fue en ese momento que el grito de Ryuichi lo hiso sentarse en la cama mientras continuaba acariciando su mentón adolorido por el certero golpe.

-No entiendo porque tienes miedo de un ladrón cuando puedes golpear tan fuerte- Comentó mientras era levantado como un mocoso de la cama, su expresión indiferente se mantuvo mientras era revisado por el guardaespaldas quién hablaba a su favor por primera vez.

-Okey, okey –Subió los brazos para que terminara la revisión completamente mientras Ryuichi continuaba con el berrinche

-¿Pero qué mierda se creen que son?, ¡yo no pienso hablar con ese sinvergüenza hijo de su puta madre!-

Mookyul suspiró tratando de restarle importancia al asunto mientras retiraba de su cuerpo el chaleco negro –Vaya, ¿también conoces a mi madre? –respondió a los alegatos del conejo que acercaba a él para comenzar a golpearlo, Mookyul recibió el primer golpe fijando la vista en el suelo.

-¡Vete!, ¿No querías alejarte de mí?, ¡ahí tienes la puerta!-

Desvió la mirada hacia la puerta mientras lamía la comisura de sus labios por el golpe recibido.

-No te estoy escuchando – Se dirigió hacia la puerta para colocar la oreja en ésta tratando de escuchar algún ruido que revelara la ubicación de marine, se mantuvo en silencio por un momento para después golpear la pared con su nudillo para comenzar a crear una especie de “código morse” que decía –revele su ubicación- K al escuchar el sonido colocó la punta de la pistola sobre su mentón para descifrar el mensaje y al momento de hacerlo comentó cabreado.

-Sólo un idiota caería en eso – Mookyul sonrió malicioso al escuchar la ubicación cercana del guardaespaldas que se mantuvo en silencio después de su comentario y se dirigió hacia donde estaba Ryuichi para mirarle fijamente, el ajeno sabía a la perfección que el coreano no se atrevería a ponerle una mano encima pero eso no significa que no podría violarlo.

-¿Realmente deseas que me vaya? –Preguntó mientras deslizaba la bufanda de color negro por su cuello hasta caer al suelo, ahora ambas manos tomaban los extremos de la prenda para acercarse aún más a Ryuichi mirándolo con deseo.

-Si es así, procura rechazarme correctamente- Estiró uno de los brazos ofreciéndole la prenda al contrario, sus ojos azules fríos hacían notorias insinuaciones mientras su otra mano desabotonaba la especie de polera blanca que llevaba encima para dejar su dermis un poco descubierta.

-No te pediré perdón…- Susurró acercándose al cuerpo para tomarle la mano a Ryuichi colocándola sobre su pecho dejando la bufanda sobre el hombro de éste.

–Pero debo confesar que no importa a donde ni lo que haga…- Bajó su mano hasta su entrepierna sacando una cuchilla algo pequeña, Mookyul sabía que K no tocaría la parte íntima del coreano. Después de separar la mano ajena de su pecho le entregó el cuchillo colocándolo sobre su torso mientras bajaba su cabeza para dejarla al nivel del rostro ajeno, su mano tomó la otra haciendo que rodearan correctamente la cuchilla.

-No puedo dejar de pensar en ti…- Sonrió frustrado mientras respiraba calmadamente escuchando el resonar frenético de su corazón que bombeaba más sangre de lo normal, de pronto los 5 minutos habían pasado.

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