sábado, 4 de diciembre de 2010

Los ojos del coreano se desviaron hacia Ryuichi quién mostraba una notoria expresión de enfado por su acción, Mookyul cerró los ojos desviando la cabeza mientras escuchaba las palabras del contrario sin decir absolutamente nada y ¿Que podía decir? A pesar de querer estar toda una noche con Ryuichi como un bastardo normal, un ser humano simple, común y corriente, no podía…Se llevó la mano hacia la frente mientras colocaba una expresión de frustración al escuchar cómo era corrido de la habitación con palabras que disminuían el encuentro a un simple momento sexual que no duró más de tres minutos.

-Hoy te encargarás tu de la sucursal de Seul- Colgó el teléfono antes de recibir la confirmación del rubio quién miró el teléfono apoyándose contra éste de un modo desesperado, mas no dijo nada y llevó a cabo la orden marchándose del lugar, quizás si se apuraba podría dormir un par de horas y estar fresco sin pensamientos sobre el coreano rondando su cabeza.

Mookyul tiró el celular hacia un lado acostándose hacia tras mientras su miembro continuaba erguido como teniendo la ilusión de que algo sucedería…pero el hecho de ser reducido a un simple amigo sexual le revolvió el estómago deseando beber un trago para quitar el mal sabor de su boca, por alguna razón pensó que era mejor marcharse haciendo caso a lo que el contrario le había dicho.

“Podemos vernos cuando vayas a Japón…”

Maldición, aquello se volvió a repetir en su mente desestabilizando su mano para dejarla caer sobre la cama mirando al techo, quizás debía hacerle caso y llamarle una que otra vez para tener un encuentro sexual, el mismo encuentro que podría tener con cualquiera que el coreano deseara…pero le molestaba, el simple hecho de imaginarse a ambos siendo un par de desconocidos quienes se encontraban en un bar para beber un poco y después tener relaciones toda la noche hasta que su cuerpo comenzara a doler le molestaba, le hería…si debía tener a Ryuichi debía tenerlo por completo, no a medias, y eso significaba tener que dejar de ser “Mookyul Eun” para ser un ser humano normal, azotó las piernas contra las almohadas en modo de berrinche para comenzar a rodar en la cama hasta llegar a la orilla, su rostro quedó contra ésta mientras su brazo caía hacia el suelo acariciando con la punta de sus dígitos el cerámico negro, cerró los ojos flectando la pierna mientras escuchaba uno que otro chapoteo en el baño que separaba a ambos, nuevamente suspiró moviendo su cuerpo hacia un lado para mirar el techo mientras colocaba la mano en su frente, entreabrió los labios para respirar profundamente mientras en su mente se generaba una pregunta que comenzaba a repetirse una y otra vez, ¿Siempre fue tan grande una habitación?, rió levemente desviando el rostro para hacerse el ánimo de levantar su cuerpo que comenzaba a calmarse después de los minutos transcurridos, exhaló el aire que tenía reunido en los pulmones y se levantó rascando su cabello de un modo despreocupado, tomó su ropa regada por todos lados mientras guardaba el celular en uno de los bolsillos de la camisa larga pero realmente no deseaba marcharse, caminó nervioso de un lado a otro mientras su mente entraba en una contradicción de pensamientos por todo lo ocurrido, se sentó en el escalón que daba hacia el baño y separaba el piso de la habitación.

-Te gusta complicar las cosas- Comentó para levantarse entrando al baño del cual brotaba el exquisito olor a aromatizantes y allí se quedó mirando a Ryuichi quién al parecer le ignoraba pasando las manos por sus piernas que brillaban por la espuma, Mookyul apoyó su espalda en la puerta abierta mirando hacia la nada después de levantar el mentón, las puntas de su cabello cayeron hacia atrás dejando al descubierto su rostro que mantenía una expresión pensativa y después de un momento recuperó la compostura para acercarse hacia la tina introduciéndose en el agua con ropa y todo, apoyó la espalda en el otro extremo de latina mientras sus rodillas sobresalían entre tanta espuma, apoyó el brazo en la orilla de la tina para después dejar caer su rostro sobre la mano que empuño para hacer de soporte, el reloj de plata brilló por el reflejo de la luz del baño que chocó contra el vidrio mientras los ojos del coreano se apoderaban del hombre frente a él, embobado por lo que veía entrecerró los ojos volviendo a suspirar mientras en la habitación nuevamente el sonido del celular desviaba su atención, mas no desvió la mirada, se mantuvo ahí contemplando las gotas cristalinas que recorrían un camino que se perdía entre las burbujas.

¿Alguien más le habrá visto así?, se lamió los labios mientras el deseo recorrió su vientre hacia su entrepierna que tembló por lo que veía, Estiró la mano cubierta por la espuma para pasarla por toda la cara de Ryuichi riendo ligeramente por la apariencia que tomo, mas no dijo nada y el teléfono dejó de sonar, bajó la vista buscando las palabras correctas pero por alguna razón todo le sonaba melodramático, nuevamente el teléfono comenzó a sonar y Mookyul miró hacia Ryuichi tirándole agua en el rostro para eliminar la espuma que había dejado hace unos instantes.

- No quiero ver la calle, no quiero oír hablar de tu vida, no tengo ningún interés en saber lo que harás con tu tiempo cuando no esté cerca, ni mucho menos me interesa a quién le entregaras tu cuerpo en busca de placer…- Dejó caer el brazo echándose sobre la fría loza mientras miraba hacia la espuma como si buscara algo entre tanta mierda – Eso es lo que pensaba después de marcharme pero por alguna razón mientras más lo intentaba más recordaba todo de ti, lo siento no lo puedo evitar, si me echas ahora mentiré y diré que no te buscaré nuevamente…- Miró hacia arriba colocando una expresión seria.

–Se me hace imposible decidir entre mi mundo actual y tú, no puedo vivir sin ti aunque lo intente mas todo esto no lo volveré a decir, nunca más repetiré que te amo ni mucho menos que te necesito pero no hagas de mi un conocido sexual, no lo permito, no lo acepto ni lo deseo- agarró el brazo de Ryuichi para tirarlo hacia su cuerpo dejando la anatomía contraria sobre la propia y besó la mordedura anterior apretando la cintura con sus brazos.

-Estoy hablando más de lo normal pero debo aclararlo, no hay nada más importante que tu pero aún así poseo mis obligaciones así como tú las tuyas- Le besó la oreja para bajar sus manos hacia las nalgas las cuales apretó con autoridad –No volveré a contestar el teléfono cuando estés presente asique…no me eches de tu vida…- Sonrió malicioso mientras la especie de ruego que más sonaba a orden desaparecía con el sonar del teléfono que después de 9 veces se detuvo.

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