martes, 7 de diciembre de 2010

Puedo vivir con tu recuerdo.

Los días pasaron rápidamente entre los preparativos de la boda, Chul, los conciertos, entrevistas, la mafia y la mujer, todo aquello tenía bastante agotado al coreano que se echaba al lado de la cuna del pequeño para jugar con el móvil que tenía naves espaciales y autos, movió los dedos para hacer girar los peluches mientras la canción de cuna que interpretaba el objeto hacia sonreír al pequeño que movía los pies y los brazos, Moo-kyul desvió la mirada hacia este y sonrió calmado, ya había recuperado el peso de costumbre ya que la mujer japonesa lo había obligado a comer, bajó la mano para acariciar las manitas del bebé que desviaba la cabeza hacia el pelinegro.

-Sabes…tu madre da miedo…- comentó mientras el niño reía por las cosquillas que el dedo del coreano le hacía, Moo-kyul se echó a reír al escuchar la risilla contagiosa del bebé que levantaba la cabeza para que lo sentaran y así el pelinegro deslizó sus manos por el pequeño cuerpo sentándolo y apoyándolo contra un conejo de peluche rosado que había comprado hace poco en una tienda.

-Si Ryui estuviera aquí se adueñaría de ese conejo…- Sonrió levemente mientras picaba el vientre del niño para que continuara riendo, suspiró observando el color del cabello del niño el cual desordenó algo brusco levantándose de su asiento. –Sabes, tu tendrías un hermano mayor pero murió antes de nacer…-Bajó el rostro con expresión melancólica mientras se sentaba en la ventana abierta para comenzar a fumar procurando de que el humo no se fuera en dirección al bebé. –Su nombre era Haroumi y siempre pensé que tendría el cabello negro, los ojos azules y se parecería a Ryuichi- se echó a reír ante la imagen que vino a su mente – definitivamente sería un chico muy lindo- Lentamente borró la risa de sus labios para mirar al pequeño que lo miraba de la misma manera como si entendiera lo que el coreano le decía.

-Papá está muy enamorado pero quiere que Chu-chan sea feliz…- Tiró el cigarrillo hacia afuera levantando su cuerpo para rascar su negra cabellera –Bueno, no es como si Ryui me fuese a perdonar solo por desearlo…- Miró al pequeño después de llegar a su lado nuevamente, éste sonrió mientras mordía la oreja del conejo rosado, Moo-kyul suspiró sintiéndose estúpido para tomar al bebé de las ropas dejándolo suspendido en el aire mientras lo observaba indiferente –Tu mamá con tanto Chu-chan, Chu-chan~ me pegó su estupides- Rió levemente para llevarse al bebé en brazos hacia afuera de la habitación donde la mujer esperaba sonriendo a bañar al pequeño –Toma- La mujer recibió al bebé para ladear el rostro dejando caer su larga cabellera hacia un lado, el coreano la miró por un momento y desvió la mirada sintiendo la culpabilidad adueñarse de su mente.

-El olor de Moo-chan es muy agradable- La mujer se puso en puntillas y besó la mejilla de Moo-kyul para después marcharse jugando con el niño animadamente, el coreano la observó hasta que desapareció al desviar su camino.

-No es primera vez que me lo dicen…- Comentó para sí mismo dirigiéndose hacia la oficina central, ahí los cuatro representantes de cada sector lo esperaban regados en la oficina como si ya estuviesen acostumbrados a la demora del jefe.

-No quiero que Eun se case…- Comentó Jun mientras movía los pies de arriba hacia abajo.

-¿Deberíamos asesinar a la mujer?- Comentó Gael quién afilaba un cuchillo

-Hey, él lo hace por el bebé, todos conocemos el pasado del jefe, lo único que podemos hacer es observarlo en la oscuridad- kyong se sentó al lado de Gael para quitarle el cuchillo.

-Pues yo prefería a Sakuma-san para “Moo-chan”- El menor de los cuatro, Seung, se sentó sobre Gael apoyando su cabeza en el pecho de éste, los cuatro mantuvieron el silencio hasta que la puerta se abrió saludando a Moo-kyul quién se sentaba rápidamente para escuchar el informe.

-Comiencen, tengo que ir a la puta pauta de la boda que será mañana…si no desean ir no vayan pero sería extraño que los miembros del grupo no se encuentren en el lugar- suspiraron todos al mismo tiempo mientras Jun corría para sentarse sobre el regazo de Moo-kyul como de costumbre.

-No hemos podido encontrarlo- Comentó Jun refregando su cuerpo contra el del ajeno como si de un gato se tratara.

-Su guardaespaldas lo esconde muy bien cuando no está en público y las veces que salió fue para dar conciertos-

-En Japón Realmente odian a “Moo-chaan”- Seung sonrió burlesco mientras jugaba con una pistola de agua.

-Creo una canción llamada “Mi corazón se fue”, algo muy emotivo ciertamente- Gael interrumpió la estupidez de Seung tapando la pistola con su dedo para no salpicar el tapis con agua, Moo-kyul bajó el rostro sacando a Jun de su regazo para después levantarse, la única razón por la que había ido a ese lugar era para saber de Ryuichi.

-No me llamen Moo-chan, es molesto, sigan averiguando- Se dispuso a marcharse cuando jun le detuvo agarrándole de la gabardina negra que se estiraba por el avance del coreano.

-¿Por qué dejas que una mujer como ella te amarre de esa manera?- Le miró con pena mientras se aferraba a la prenda.

-Culpa- Dejó caer su mano sobre la mano ajena para que le soltara y continuó caminando mientras recordaba que hace dos semanas atrás el coreano realmente culpaba a aquella mujer de la situación en la que se encontraba.

-Nee~~ Moo-chan…- la mujer se colgó de la ropa del coreano quién observaba la televisión tranquilamente por primera vez en mucho tiempo, Moo-kyul la ignoró y continuó con lo que hacía, ver videos de Ryuichi en un canal japonés –Ver eso no te hace bien…- Le movió el brazo para que el hombre la mirara, mas sólo recibió un empujón por parte del coreano que tiraba el control hacia la televisión rompiendo la pantalla, el sonido continuó y la voz del ajeno aún se dejaba escuchar por el salón del departamento, La mujer miró a Moo-kyul y comenzó a llorar llevando las manos hacia su rostro como si con ello pudiera calmar un poco la pena que estaba sintiendo.

-¿Por qué me haces esto? Yo sólo me acosté contigo porque te amaba, aún así tu en aquella noche nunca besaste mis labios, aquella fue mi primera vez y quería hacerlo con el hombre al cual amaba- mook-kyul enfadado la tomó del brazo para apretarla un poco con sus manos mientras se echaba a llorar nuevamente por el alcohol y la pena que tenía en el cuerpo.

-Si me amas tanto entonces ¿¡PORQUE VIENES A ARRUINAR MI VIDA!?- La movió un poco mientras continuaba llorando como un niño –Me alejaste de Ryuichi con algo que yo no quería…no quiero al niño, no te quiero a ti, no me quiero casar, no quiero vivir…sólo quiero a Ryuichi de vuelta- La mujer se echó a llorar por la fuerza que éste ocupaba en ella y trató de zafarse más la fuerza de Mookyul era más de lo que alguna vez ella imaginó.

-¡¡QUE TU NO TE ACUERDES NO ES PROBLEMA MIO!! ¡¡TU ME VIOLASTE, ¡¡VIOLADOR!!- Moo-kyul la miró incrédulo para mover la cabeza en modo de negación –Te pedí que pararas pero continuabas diciendo que yo era Ryuichi cuando no nos parecemos en nada…- La mujer cayó al suelo para continuar llorando mientras sus brazos rojos temblaban, Moo-kyul se llevó la mano hacia la cabeza y allí se agachó para abrazar a la mujer –Dijiste que amabas a Ryuichi mientras yo te pedía que te detuvieras…-el coreano acarició la cabeza de la mujer para calmarla –Yo sólo quiero que Moo-chan me ame como ama a Ryuichi…- Mookyul suspiró y tomó a la mujer en brazos para dejarla en su habitación donde durmió con ella sin hacerle nada.

-Lo siento…- Al recordar aquello cerró los ojos mientras se colocaba el traje de boda, ahí los padrinos lo miraron con pena y le abrieron camino para que pasara hacia el altar donde la prensa lo esperaba para confirmar que aquello era cierto, al llegar al altar miró a la cruz que yacía sobre su cabeza he hiso una reverencia aceptando la carga que de ahora en adelante llevaría, la mujer entró con un hermoso vestido blanco mientras los presentes veían a la hermosa mujer avanzar con una expresión de felicidad completa, allí en el altar Moo-kyul le sonrió con pena mientras las mujeres afuera gritaban maldiciones a la persona que hoy se convertiría en la esposa del hombre más codiciado de corea. –Lo siento…- Nuevamente susurró después de aceptar a lo que el cura decía y levantando el velo besó el rostro de la mujer mientras ella derramaba una lágrima feliz y apenada.

-Chuu-chaan, ¡¡No deberías tratar de correr cuando no sabes!! ¡Moo!- La mujer apretó las palmas mientras refunfuñaba tratando de alcanzar al pequeño niño que corría por la calle feliz en busca de otro conejo para su colección.

-Nee, nee otoo-saan- El chico saltó frente a una tienda donde yacía un conejo rosado muy parecido al del cantante japonés- ¡¡Es Kuma-chan!! – Moo-kyul caminó por las calles de Nueva york para tomar al chico de las ropas mirando hacia la vitrina señalada.

-Hazle caso a tu madre, estoy trabajando- Se lo entregó a la mujer que sonreía calmada después de sostener al niño de dos años en sus manos para después adentrarse en la tienda comprando el conejo que tanto deseaba el pequeño, Moo-kyul suspiró moviendo la cabeza para dirigirse hacia el lugar de grabación que se encontraba a unos pasos del centro de la ciudad estado unidence, ya había pasado un año y medio y ahora por fin la banda podía lanzarse al mundo.

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